XUso de cookies:Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies

Buscador de chistes

Chistes de actualidad

Otros chistes

Chiste de verdes

Un cura recién ordenado se confiesa por primera vez con su obispo:
- Dime hijo mío ¿qué tal has llevado los votos durante esta tu primera semana?
- Verá eminencia, en cuanto a la pobreza he regalado mi hábito y me visto con uno que ya había desechado, mis sandalias están rotas y llenas de agujeros y doy la mitad de mi comida a los pobres que vienen al comedor.
- Muy bien, hijo mío, muy bien, continúa.
- En cuanto a la obediencia hago cualquier cosa que me mande cualquier otro padre sin pensar en si es justo o adecuado, dando gracias al Señor por tener el privilegio de obedecer.
-Muy bien, hijo mío, excelente, excelente.
-Finalmente, eminencia, en esta semana he hecho el amor con 37 mujeres.
El obispo casi se cae de la silla y con ojos desorbitados pregunta:
- Pero ¡hijo mío! ¡¿y el voto de castidad?!
El curilla, asustado y con cara de perplejidad responde:
- Pero... ¿no era voto de cantidad?

Tags: votos, curas, obispo, confesionarios, confesiones

Comparte o comenta este chiste en Facebook, Twitter o Google+

Chiste de buenos, animales

Dos cazadores se encuentran persiguiendo a una presa por el bosque cuando uno de ellos cae al suelo. El hombre parece haberse quedado sin aliento y tiene los ojos vidriosos. Su compañero agarra el teléfono, llama al número de emergencias y dice jadeando:
- ¡Mi amigo está muerto! ¿Qué puedo hacer?
La operadora le dice:
- Tranquilícese, puedo ayudarlo. Primero asegurémonos de que efectivamente está muerto.
Se crea un silencio y a continuación se escucha un disparo. Al volver al teléfono, el amigo dice:
- De acuerdo, y ahora ¿qué?

Tags: cazadores

Comparte o comenta este chiste en Facebook, Twitter o Google+

Chiste de buenos

Este es un tío que llega a una farmacia y pide algo para la diarrea. El farmacéutico de guardia, que hacía poco que ha empezado a trabajar, se confunde y le da un laxante.
El hombre sale de la farmacia y se toma el laxante. Inmediatamente empieza a notar los efectos y echa a correr como un descosido hacia su casa. A eso de 200 metros le para un peatón y le pregunta:
- Perdón, ¿Sabe usted donde hay una farmacia?
- Si. Siga la linea amarilla!!!

Tags: farmaceuticos

Comparte o comenta este chiste en Facebook, Twitter o Google+