Cepillo para el inodoro
Chiste de matrimonios, cortos
La esposa le pregunta a su esposo:
-Te has fijado, cariño?. He comprado un nuevo cepillo para el inodoro.
-Si, le responde el marido…….pero me sigue gustando más el papel!!!!!
XUso de cookies:Utilizamos cookies propias y de terceros para mejorar la experiencia de navegación y ofrecer contenidos y publicidad de interés. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Puede obtener más información, o bien conocer cómo cambiar la configuración, en nuestra Política de cookies
Chiste de matrimonios, cortos
La esposa le pregunta a su esposo:
-Te has fijado, cariño?. He comprado un nuevo cepillo para el inodoro.
-Si, le responde el marido…….pero me sigue gustando más el papel!!!!!
Se encuentran el cepillo de dientes y el rollo de papel higiénico comentando sus cosas.
El cepillo de dientes quejoso dice:
- A veces pienso que tengo el peor trabajo del mundo.
A lo que el rollo de papel higiénico contesta:
- Siiiii….seguro!
SE ABRE EL TELÓN
Se ve un rancho. Muchos caballos. Aparece un gitano.
Desaparecen los caballos
SE CIERRA EL TELÓN
¿cómo se llama la película?
- EL HOMBRE QUE SUS RUBABA LOS CABALLOS
Chiste de Jaimito, profesores, cortos, malos
Entra un nuevo profe al curso y se presenta:
- Buenos días, mi nombre es Largo.
Dice Jaimito:
- No importa, tenemos tiempo.
- Mamá, mamá... ¿Cuesta mucho dinero un bote de tinta china?
- No hijo mío, es barata, no te preocupes.
- ¡Que bien! Porqué se me derramó un bote de tinta sobre tu vestido nuevo.
Chiste de cortos, malos, camareros
Un hombre en un bar pide al camarero:
- dccadcahauougaquonekasñkdaaiiocu de Cola.
- Que quiere un refresco ¿de qué?
- Mi novia me trata como a un filetito de carne.
- Y cual es el problema ?
- Que es vegetariana.
Va uno de Bilbao conduciendo su recién estrenado coche, por la autovía, dirección San Sebastián, cuando en una de las curvas, se sale de la carretera y se pega “la gran hostia”, quedando el flamante coche completamente abollado.
El bilbaíno sale del coche, y empieza a mirar el mal estado en que ha quedado su flamante coche y en éstas pasa un donostiarra, y viendo lo mal que estaba el de Bilbao, detiene su coche, y le dice :
- No te preocupes, hombre, si quieres dejar el coche, tal y como estaba antes, no tienes mas que soplar por el tubo de escape, y a medida que se vaya hinchando, irán desapareciendo las abolladuras.Dicho esto el donostiarra vuelve a montarse en el coche y deja al bilbaíno manos a la obra.
El bilbaíno todo agradecido, se tumba en el suelo, y empieza a soplar por el tubo de escape, como le había dicho el donostiarra y en éstas que pasa otro de Bilbao, que al ver a su paisano tumbado en el suelo, decide detenerse para echarle una mano.
El bilbaíno accidentado cuenta a su paisano lo que le ha sucedido, y el brillante consejo que le había dado el donostiarra.
El último bilbaíno en llegar, mira atónito al bilbaíno accidentado, y le dice:
- ¡¡TU ERES TONTO O QUE!!... como piensas que se va a hinchar el coche soplando por el tubo de escape…………. SI TIENES LAS VENTANILLAS BAJADAS.
- Mamá voy a ir al cine con mi novia.
- ¿Vas a ver Titanic II?
- ¡¡¡Mamá, esa película no va a salir!!!
- Ni tú tampoco.
A fin de relajarse tras su ardua labor de predicar y obrar milagros, Jesús decide tomarse un descanso a orillas del mar de Galilea.
Durante una partida de golf con uno de los apóstoles, se encuentra con que ha de llevar a cabo un golpe complicado; Jesús lo hace mal y la pelota termina en el agua. Así que recurre a su truco habitual: camina sobre las aguas hasta donde está la pelota, se agacha y la recoge. Cuando Jesús intenta repetir el golpe, el apóstol le dice que es muy difícil:
- Sólo alguien como Tiger Woods puede conseguirlo;
Jesús le contesta
- Soy el hijo de Dios, puedo hacer cualquier cosa que haga Tiger Woods!
y repite el golpe. La pelota acaba de nuevo en el agua, de manera que Jesús vuelve a caminar sobre su superficie para recuperarla. En ese momento, pasa por allí un grupo de turistas americanos, y uno de ellos, al observar lo que ocurre, se vuelve hacia el apóstol y le dice:
- Dios mío, ¿quién es ese tipo? ¿Es que se cree Jesús o qué?
A lo que el apóstol le contesta:
- No, se cree Tiger Woods!
Chiste de suegras, infidelidad, buenos, largos, zapatos, infidelidad
Un señor entra a una zapatería y se le acerca el vendedor:
-Buenas tardes, ¿En qué puedo ayudarle señor?
-Quiero unos zapatos del número 42.
-Verá, señor, no es por llevarle la contraria, pero a simple vista puedo ver que usted calza almenos un 46.
-Eso no me importa, yo quiero un número 42, si no, no compro nada y me voy a otra tienda.
-Está bien (le contesta el vendedor con cara de asombro).
El dependiente le trae unos zapatos del número 42; el hombre se los prueba y le dice:
-Perfecto, me los llevo puestos.
Cuando va de salida del comercio, el vendedor se da cuenta de que el hombre va sufriendo porque los zapatos le aprietan mucho. El vendedor, intrigado de por que compró unos zapatos tan pequeños, se le acerca y le dice:
-Señor, disculpe, pero no me puedo quedar con la intriga, ¿cómo es que compra sus zapatos tan pequeños, si se ve que está sufriendo porque no le quedan bien?
- Mire, le voy a contar mi historia: mi mujer me engaña con un compañero de trabajo; mi hija es prostituta; mi hijo es yonki; mi suegra vive con nosotros y me tira en cara la culpa de todos los problemas familiares... ¡El único placer que tengo en esta vida es llegar acasa y quitarme estos malditos zapatos!
Chiste de profesiones, animales
En un pueblo se está construyendo una carretera. Un pueblerino se sentaba largas horas a ver como se realizaba la obra cuando se topó con el ingeniero.
- Hola, soy George Frank Steven, el ingeniero que hizo los estudios y encargado de la obra y la maquinaria.
- Hola, yo soy Federico Díaz, soy del pueblo de al lado.
- Veo que nunca habías visto cómo se hace una carretera moderna. Dime, ¿Cómo hacen las carreteras en tu pueblo?
- Bueno, en mi pueblo cuando queremos hacer una carretera de un pueblo a otro, soltamos un burro viejo y el animal escoge el camino más corto y más seguro y por ese camino hacemos la carretera.
- ¿Y qué pasa si no tienen un burro?
- ¡Llamamos a un ingeniero!