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Chistes de diferencias

Otros chistes

Chiste de largos, buenos, verdes

Un farmacéutico entra en la cárcel y le pregunta su compañero de celda:
- ¿Por que te trincaron?
- Es una historia muy larga.
- Será por tiempo...
- Pues ahí va. Fui al médico a que me recetase la viagra, ya que yo soy farmacéutico, pero honrado. El médico me mandó al urólogo, el urólogo al medico, el médico me mandó a hacer unas pruebas para el corazón. Llegue a casa y me encontré a mi mujer con otro.
- ¡Y lo mataste!
- No, le di por culo a él y después a mi mujer.
- ¡Te denunció el amante de tu mujer!
- No, pero estaba tan cabreado que fui al urólogo y le di por culo.
- ¡Te denunció el urólogo!
- Que va, se ve que le gustó. Después fui al médico y también le di por culo.
- ¡Fue el médico, te denunció el médico.
- Tampoco, a él también le gustó. Fue un día en el supermercado. Un tipo me pilló mangando una botella de whisky. Quiso convencerme para que no lo hiciera, y yo, le bajé los pantalones y le di bien dado, lo malo fue que a él no le gustó y era policía.
- Menos mal que aquí no hay viagra.
- No me hace falta. Es ver un culo y me pongo palote. ¿En qué litera voy a dormir?
- En la que quieras, yo esta noche no duermo.

Tags: cárceles, policías

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Chiste de animales, largos, buenos

Un tipo va al África y, para no sentirse tan solo, decide llevar a su perro, un chihuahua mariquita. El primer día del safari, el animal, muy contento, se pone a corretear detrás de las mariposas y cuando menos se lo esperó ya se había separado del grupo.
El chihuahua, desesperado, empezó a buscarlos cuando, en eso, ve que una pantera muy enfurecida se dirigía hacia él dispuesta a comérselo.
Asustado, rápidamente piensa qué hacer; ve unos huesos que estaban junto a él y los empieza a morder con mucha ferocidad. Justo cuando la pantera lo iba a atacar, el perro exclama:
- ¡Mmmmmm, qué rica pantera me acabo de comer!
La pantera, al escuchar eso, se frena con estruendo y huye muy asustada mascullando:
- ¡Jodido perro, por poco me come a mí también!
Pero arriba de un árbol, estaba un mono cabrón que vio todo lo que había pasado. Éste se baja muy rápido y va tras la pantera para contarle todo lo que vio. Al escuchar aquello, la pantera, muy enojada, le ordena al mono:
- Súbete, vamos a buscar a ese maldito perro para ver quién se come a quién.
El perro mariquita se da cuenta que la pantera viene, con el simio trepado, dispuesta a todo. En un instante, el perro adivina que el mono fue con el chisme pero en lugar de correr, se da la vuelta como si no hubiera visto nada y se pone a leer un periódico. Cuando la pantera ya lo iba a atacar, el perro se queja:
-¡Puto mono de los cojones!!!, hace como media hora que lo mandé por otra pantera y todavía no regresa!

Tags: panteras, perros, monos

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