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Chistes de mercerías

Chiste de borrachos

Un hombre, mayor, y borracho, en una mercería le dice a la dependienta:
-Me puede dar un tanga, de mi talla.
-¿Su esposa tiene su talla?
-No es para mi esposa, es para mi.
La chica, sonríe y le dice:
-Váyase a dormir, señor.
El viejo, se baja los pantalones, y la chica, exclama:
-¡Vaya calzonazos!
-Por poco tiempo, hija, por poco tiempo.

Tags: tangas, mercerías

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Otros chistes

Chiste de infidelidad, matrimonios, largos, buenos

Una pareja se disfraza para asistir a una fiesta. A última hora una migraña indispone a la mujer, por lo que se va el sólo.
Mas tarde se le pasa el dolor de cabeza, a la mujer, y decide ir a la fiesta y de paso controlar como se divierte su marido.
Observa que se liga a toda moza que encuentra, incluida ella. Ella finge no conocerle y se pasan una noche de cine.
A la mañana siguiente ella le pregunta con cierta ironía:
- ¿Qué tal la fiesta de ayer?
- Pues mira, la verdad, sabes que sin ti no me lo paso bien y he estado toda la noche jugando al mus con los amigos, pero el que me han dicho que se lo pasó de miedo fue Pedro, que como yo no fui, le preste mi disfraz.

Tags: disfraces

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Chiste de matrimonios, médicos, largos

Un hombre va al otorrino y le dice:
- Mire es que mi mujer se está quedando sorda.
- Ya bueno, y ¿dónde está su mujer?
- No, es que es muy orgullosa y no va a querer venir, pero yo necesito que me dé una solución porque ya no puedo más con ella. Yo la quiero mucho pero esta falta de comunicación me está matando.
- Bueno vale, pues vamos a hacer una cosa. Usted hablele a ella desde una distancia prudencial, y vaya acercándose hasta que ella le conteste. Luego me mide la distancia, me lo dice y ya veo yo el grado de sordera que tiene y ya la puedo ayudar.
Allá que se va el hombre para casa, y nada más entrar grita:
- ¡Amparo!
Nada. Se acerca hasta el recibidor y vuelve a gritar:
- ¡Amparo!
Nada. Entonces ya entra hasta el salón y vuelve a gritar:
- ¡Amparo!
Y nada. Ya desesperado, que piensa que su mujer está sorda como una tapia, se acerca hasta la cocina y allí la ve fregando. Se pone detrás de ella y vuelve a gritarle:
- ¡Amparo!
- ¡¡¡¿¿¿Qué quieres coñoooo, que ya te lo pregunté cuatro veces???!!!

Tags: mujer, sordera, otorrino

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