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Chistes de orina

Otros chistes

Chiste de animales, malos

Una noche estaban tres hormigas en el baño para acampar cada una se eligió un sitio: una de ellas en la ducha,otra en el lavamanos y finalmente otra en el váter.
Al día siguiente,las tres hormigas fueron a reunirse para asegurarse de que cada una está bien y como lo pasó en su acampada.
-¿Chicas estáis todas bien?-Preguntó una de ellas.
-Estamos bien.-Dijo una.-No tenemos ningún rasguño y hemos dormido genial.
-Habla por ti.-Dijo una muy enfadada.-Yo he dormido fatal y casi me mato.
-¿Pero que te pasó,por qué dormiste tan mal y por qué casi te matas?.-Preguntó la primera.
-Pues mira,es que me fui al retrete para dormir y de repente se puso a llover, se oían truenos,y cuando pensé que ya nada podía empeorar.¡Se me cayó un tronco super gigante que casi me mata!

Tags: hormigas

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Chiste de largos, buenos

Van dos gitanos por el puente de Triana en Sevilla. Se encuentran de cara a una pareja de Guardias Civiles de los antiguos con dos mostachones grandísimos. Se va uno de los Guardias Civiles para el primer gitano y le espeta:
- Oye tú, ¿cómo te llamas?
- Me llamo Pepe, Pepito, José, Joselito.
Este Guardia Civil ni corto ni perezoso le dice al otro Guardia:
- Dale 4 leches por cada nombre.
La cara del gitano había que verla, parecía el muñeco de MICHELÍN. En ese momento le dice el mismo Guardia Civil al otro gitano:
- Y tú, ¿cómo te llamas?
El pobre gitano con cara de compungido le dice:
- Mie usté, zeñó Guagdia, yo apenas me llamo Antonio.

Tags: gitanos, guardias, policías

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Chiste de animales, buenos

El célebre violinista polaco Juan Petnicoft, de paseo por la selva de África, se pierde.
De pronto, ¡ve un león! El violinista recuerda el dicho: “La música calma a las fieras”.
Desenfunda su violin y desgrana una bellísima melodía.
Comienzan a acercarse otros leones. Lentamente, se han acercado docenas de leones. Se ha formado una verdadera platea de leones sentados alrededor del violinista.
- ¡Dios mío, jamás pensé que este violín iba a salvarme la vida!
En ese momento, un león enorme aparece de entre
los arbustos. De un empujón, aparta a los leones que estaban sentados, se arroja violentamente sobre el violinista y se lo come.
Uno de los leones, todavía conmovido, comenta:
-¡Mierda! ¡Ya sabía yo que el sordo nos iba a arruinar el concierto!

Tags: leones, violinista, violines, africanos

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