Según un intelectual
Según un intelectual: El pedo, es el suspiro del alma
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Según un intelectual: El pedo, es el suspiro del alma
Comparte o comenta este chiste en Facebook, Twitter o Google+Chiste de cortos, informática, matrimonios, niños
-Prométeme que cuidarás a los niños y que les hablarás de mÃ.
-¿Ya has vuelto a poner tus sÃntomas en Google?
-Te quiero mucho...
En la Farmacia:
- ¿Tienen pastillas para el cansancio?
- Están agotadas
(Dos tomates en una nevera)
-Que frio hace no?
-Ostias!! Un tomate que habla
Chiste de niños
Suena el teléfono en la escuela:
- ¿Diga?
- Hola, mi hijo no podrá ir a la escuela porque está enfermo.
- De acuerdo, ¿con quién hablo?
- Con mi papá
Chiste de cortos, matrimonios, verdes
Ente dos amigas:
- Lo que más odio de mi marido es que empiece a contarme un chiste y que me deje a la mitad.
- Pues lo que más odio yo del mio es que me deje a la mitad y que después empiece a contarme un chiste.
- Mamá, mamá, ¿Cuándo vamos a comer pan de hoy?
- Mañana hijo, mañana.
Chiste de cortos, malos, internacionales
-Hola,soy paragüayo y he venido a casarme con su hija.
-¿Para qué?
-paragüayo
Chiste de animales, largos, buenos
Un hombre rico pasea por el parque con sus dos perros dóberman que le han costado una millonada y que están superentrenados para pelear con otros perros. De pronto ve a un vagabundo despeinado con un perro pulgoso y maloliente, para reirse de él le reta:
- Te hecho una pelea un solo perro mÃo con el tuyo.
El vagabundo le responde:
- No, mejor tus dos perros contra el mÃo.
El hombre rico acepta y comienza un gran combate.
Cuando termina todo con los dos dóberman muertos, el rico rompe a llorar junto a los cadáveres diciendo:
- Mis perros, me costaron 100.000 euros cada uno.
El vagabundo responde:
- ¿ ¡Y tú qué crees que a mi me regalaron la cirugÃa plástica de mi cocodrilo...?
- Rubita ¿viste El Señor de los Anillos?
- SÃÃÃ, pero no le compré nada...
Iba un hombre con un plátano en la oreja y otro le pregunta:
-Oiga, sabe usted que lleva un plátano en la oreja.
-¿Cómo dice?
-¡Le digo que lleva usted un plátano en la oreja!
-¿Qué dice, qué?
El tÃo cabreado le grita otra vez:
-¡¡¡Qué tiene un plátano en la oreja!!!
El hombre finalmente responde:
- Por favor hábleme por la otra oreja que en ésta llevo un plátano.