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Chistes de sordomudos

Otros chistes

Chiste de buenos, largos, animales

Había una vez un rey que quería ir a pescar. Llamó al meteorólogo real y preguntó por el pronóstico del tiempo para las próximas horas. El meteorólogo le aseguró que no había ninguna posibilidad de lluvia en los próximos días.

Así que el rey fue a pescar con su esposa, la reina. En el camino se encontró con un granjero que iba en su burro. Al ver al rey, el granjero le dijo:
- Su Majestad, debe regresar al palacio de inmediato porque en poco tiempo una gran cantidad de lluvia caerá en esta zona.

El rey hizo caso omiso confiando en su pronosticador profesional del tiempo. Así que siguió su camino.

Poco tiempo después una lluvia torrencial cayó del cielo. El rey y la reina quedaron totalmente empapados y su séquito se rió al verlos en ese estado tan vergonzoso.

Furioso, el rey regresó al palacio y dio la orden de despedir al profesional. Entonces convocó al granjero y le ofreció el prestigioso y muy bien pagado trabajo de pronosticador real.

Pero el granjero le contestó:
- Su Majestad, no sé nada de previsiones, obtengo mi información de mi asno, si veo las orejas de mi asno caer, significa con certeza que lloverá.

Así que el rey contrató al burro. Y así comenzó la práctica de contratar burros para trabajar en el gobierno y ocupar las posiciones más altas e influyentes.

Tags: reyes, burros, campesinos

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Chiste de buenos, largos

Un hombre ciego entra en un "bar de chicas" por equivocación. Se las apaña para llegar hasta la barra y pide una copa, y tras estar un rato sentado en la tabureta le grita al camarero:

- Eh, tú, te gustaría oír un buen chiste de rubias?

Inmediatamente se hace un silencio total en el bar y con una grave, profunda y áspera voz, la mujer que esta sentada junto a el le dice:

- Antes de que cuente ese chiste, señor, y en atención a su minusvalía física que le impide ver, creo que lo justo es que le advierta de cinco cosillas: - Que la camarera es rubia. Que el portero del bar es una mujer rubia. Que yo mido un metro ochenta, peso 80 kilos, soy cinturón negro de kárate y tengo el pelo rubio. Que la mujer que esta conmigo es levantadora de pesas y es rubia; y que la dama que esta sentada al otro lado de usted es una luchadora profesional y también es rubia. Y ahora que sabe eso, piénselo cuidadosamente. ¿De verdad todavía quiere contar ese chiste?

El ciego piensa durante un par de segundos, menea la cabeza y contesta:
- Naaa... Pues no lo cuento....Paso de tener que explicarlo cinco veces!

Tags: rubias, mujeres

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